jueves, 1 de marzo de 2012

Sufrimiento sin sentido.

Sufrimiento sin sentido, llorar sin saber el porque, depresión sin razón aparente. Así es como me siento en ocasiones. Todo empieza, cuando me despierto y siento como dentro de mi se enciende un fuego de ira y frustración, ¿porque? no tengo ni idea, solo sé que me levanto enfadada con el mundo, sin ganas de nada, solo queriendo estar sola y tranquila. ¿Y entonces que hago? Nada. Finjo. Finjo estar bien, me dibujo una sonrisa en la cara y salgo a la calle. Río, bromeo, grito con mis amigos, pero en mi cabeza empiezo a notar como si me golpearan con martillos; lo ignoro. Y así va pasando el día, hasta que llega un punto en el que ya no puedo fingir más alegría, en el que solo quiero alejarme de la multitud y de mis propios pensamientos; pero poco a poco mi barriga empieza a dolerme, como si creciera algo dentro de ella, algo que no puedo soportar, y entonces me empiezan a escocer los ojos... para cuando me quiero dar cuenta, la primera lagrima ya a resbalado por mi mejilla hasta mi barbilla y a caído perdiéndose en el suelo. Me reprimo todo lo que puedo, intento parar de llorar; hasta que llego a mi casa, donde no hay nadie, porque mis padres aun no han vuelto; con la esperanza de que tarden en llegar y sin poder evitarlo, empiezo a gemir y a gritar de dolor, llorando como si lloviera; me empieza a entrar frio y me tapo con una manta; mi barriga me duele, parece que quiera explotar y por más que lo intento, siento que no puedo parar de llorar ni de gritar; entonces, entran mis padres, que me pillan con la cara roja y llena de lagrimas, vienen corriendo hacía mi, aguantándome para que no me caiga, pues mis piernas empiezan a temblar, preguntándome que me ha pasado, si alguien me ha hecho algo, y entonces me doy cuenta de que ni siquiera yo, sé el porque. Simplemente quería, necesitaba llorar, gritar, desahogarme, y mientras mis padres me tranquilizan siento que toda furia, rencor o tristeza se va desvaneciendo poco a poco...
Pero no se desvanece del todo, ¿por qué? no lo sé, pero siempre queda y quedará un poquito de ese sentimiento raro, hasta que no puedas más y vuelvas a soltarlo y vuelta a empezar... es así de simple. Solo hay que aprender a vivir con ello.

Nuestro error está en pedir paz y no hacer nada para lograr ese objetivo.

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